domingo, 13 de octubre de 2013

NO TENGO APUROS




No tengo apuros de olvidarte, sino de recobrar la memoria para no perderte.

No tengo apuros en mis actividades diarias, pues es la manera que he encontrado para vivir la vida.

No tengo apuros en ganar amigos, pero tengo urgencias en no perderlos.

No tengo apuros en el camino, sino podría olvidar toda la grandeza a mí alrededor.

Ni tengo apuros en apurarme, me agrada caminar despacio, para quitarle ritmo a mis prisas, que me roban el alma.

Como quien busca un tesoro desde siempre y por fin lo encuentra, entonces se deslumbra y trata de guardarlo en un rincón para siempre.

No tengo apuros, no quiero tenerlos.

Quiero tener pausas eternas de felicidad, pausas que duren siempre, para volver a enamorarme, para respirar profundo el aire que me sustenta.

No tengo apuros, no quiero perderte, no quiero olvidarte, ni dejar de amar, ni perder el vuelo, ni bajar altura, ni olvidar tu mirada, o perder tu risa, ni encontrar rencores y olvidar amores.

Y si acaso los tuviera y olvidara la razón que me explico por dentro, o si me ganaran las prisas mañaneras, que me hacen levantar presuroso de mis sueños.

Si acaso eso pasara; entonces rompería mágicamente la gravedad que me ata y detendría la inercia cotidiana que me hace girar sin sentido.

Y flotaría… tan sólo ello; sin lugar ni tiempo, olvidando el presente por un instante, ocupando el pasado un momento y soñando el futuro por siempre.

No tengo apuros me repito; lo quiero, lo sueño, lo aprendo.

Y corro una y otra vez… y me detengo… y río… y lloro… y quiero.

No tengo apuros, quiero que lo sepas, quiero que me entiendas, quiero que me quieras.

No tengo apuros…ahora lo recuerdo, ahora me detengo, ahora respiro, ahora vivo, ahora sueño, ahora por fin he vuelto.

Ahora te miro con ojos de enamorados, ahora te sonrío como un niño, ahora me siento libre.

No tengo apuros, ni quiero tenerlos, ¡ya lo he dicho y ya lo quiero!…