Sus sueños eran de vez en cuando más ligeros que el aire y de corto alcance para sus ansias de triunfar. Esto hacía que no fuera muy paciente y constante en sus porfías de atravesar por lugares de sequía.
Un día se preguntó: ¿yo un escritor?
Su torpeza le impidió darse cuenta que llegar a ser un escritor no era cosa fácil; aún así se animó, juntó fuerzas y comenzó a tomar nota de las cosas que le harían falta.
Primero anotó: -Animarse
Descubrió que sí podía hacerlo pues coraje no le faltaba.
Luego continuó: -Ideas
Allí titubeó largo rato; hasta que algo se le ocurrió...
Pensó en letras: ¿a quién puedo llegar?
Finalmente para ser su primer día de trabajo se dijo: "por hoy es suficiente"
Así Juan se animó de a poco a romper las monotonías que lo mantenían unido a esta tierra y trató de descolgar pensamientos suspendidos en el aire, para tratar de transformarse en "Juan el escritor".
Juan se transformó en un gran amigo para mí.
El me corrige y enseña, me ayuda en mis anhelos de regalar un poco de arte en mi escritura, con paciencia y tenacidad.
Sin embargo a veces mis sueños son como los de Juan: "ligeros como el aire"
Entonces las dificultades del camino, la indiferencia y la soledad hacen que mis deseos desaparezcan y pareciera que la gravedad me quisiere atar los pies.
Siempre pienso: ¿como Juan haría esto o aquello?
Entonces me digo: espera, intenta, no dejes de soñar...
Hoy me he percatado que mi segundo nombre es igual al de mi amigo, me he dado cuenta, en cuanto me parezco a Juan...
RECUERDEN QUE MI LIBRO LO PUEDEN ENCONTRAR EN: http://www.editoradigital.com/
No hay comentarios:
Publicar un comentario