lunes, 19 de septiembre de 2022

 



SUEÑOS

 

Hace poco me hablaste y me quisiste contar tu sueño.

Un sueño que sin saber yo formaba parte de él, como quién se sorprende de estar en dos lados a la vez, aún en tiempos diferentes, aún viajando en el pensamiento y en los anhelos del corazón.

Me sentí tan parte de él como si estuviera viviendo y compartiendo ese momento que soñaste.

Porque nos encontramos después de tanto… y la vida nos llevo por otros caminos lejanos… y nos volvió a unir, como quien trata de unir con hilos invisibles un collar de caracolas.

Cuántas de ellas hemos recogido en nuestra vida y las hemos guardado por las dudas, por si las necesitáramos utilizar nuevamente.

Y me soñaste como éramos antes, como anhelo volver a ser hoy, despreocupado y feliz, con nuestras locuras de adolescentes compartidas.

¡En mis divagues de toda la vida y mi forma de creer las cosas!

Sueños de jugar y reír, sin importar nada más, de hartarnos de decir tonterías para los tontos y simplezas para los simples.

Sueños de encontrar amigos de la vida perdidos quien sabe donde, pero de sentarnos juntos otra vez…

Claro, te me adelantaste en el camino y sabiendo nuestros deseos de encontrarnos tomaste la iniciativa, con corazón de niña pequeña, como siempre adoré a mis amigos del alma.

Sentiste vergüenza de estar allí, como yo también tal vez la sentí, pero con la alegría de estar divirtiéndonos sin importarnos nada más.

Y sin embargo la delicadeza te pertenecía, era tu fantasía hecha realidad, tu sueño de pájaros, de volar y de cantar, de querernos con locura y de abrazarnos en risas.

Sueños que nos hacen vivir la vida de forma diferente, de creer en los milagros simples y profundos, de sentirnos respirar nuevamente, de saber que estamos juntos, de encontrar lo perdido y hacerlo durar toda la vida…

Y me sentí otra vez igual, otra vez deseando cantar las canciones que juntos entonábamos y compartimos con muchos, pero más que eso, de poder encontrar el milagro en tus sueños, que también son los míos.

Quién no sueña tal vez ha perdido la ilusión y el milagro mágico que hace realidad nuestros sueños.

Sueños de grandes que son niños aún, de compartir habitaciones, de colgarnos de la cama para reírnos juntos, de comer maní con chocolate, de dormir de verdad…

Aún la vida me sigue enseñando y cuando te miro a los ojos me siento con vergüenza, esa que tú sentiste cuando soñaste.

Pero doy gracias a ti y a tu sueño, por dejarme intentar volver a ser como éramos antes.

Claro que podemos ser lo que anhelamos, claro que yo también puedo intentar volar más alto con mi traje de superman…

Soñé un día poder encontrarnos y por suerte así fue.

Soñé un día abrazar la vida y enamorarme cada día de ella.

Soñé muchos sueños y otros aún están por llegar.

Sueños que duran siempre, que te pertenecen y que los puedes transformar con un simple deseo de tu corazón para ser lo que quieras y deseas…

Sueños de tu corazón de niña, de tu vida agitada, de tus anhelos verdaderos y de tu amor sin fronteras…

Dante

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