EL BESO
Te di un beso y te dije adiós.
Un adiós hasta luego y hasta pronto,
para volvernos a ver.
Tomé el camino de regreso a casa, casi
por el mismo lugar de cuando te encontré, pero sin pensar que iba a regresar
con melancolías de haber pasado tan pronto el momento.
Y fue un suspiro, un aletear de
mariposas y ya nuevamente deseaba volver a encontrarte.
Aún percibía el deseo y el aliento de
tu risa apenas tímida.
Aún sentía el calor de tus soles
internos, tan inmensos como el cielo y tan intensos como la música de tu
corazón.
Saliste aquella tarde de primavera
entre caricias de brisas de colores, de aromas diversos, de cantos de pájaros y
de ruidos silenciosos.
De suspiros estabas hecha, suspiros de
verte pasar y suspiros de anhelar mirarte sin que te dieras cuenta.
Te quería decir mil cosas sin decirte
nada, para no irrumpir ese silencio de ilusiones inventadas.
Y sin querer prendiste fuego los
deseos adormecidos, los cantos acallados de mi alma, la melodía apagada de mis
pensamientos…
Los momentos son interminables si te
pienso, el tiempo se detiene cuando no te veo y al verte se acelera cual
colibríes en su vuelo.
No te nombro porque el silencio es
como un cofre precioso el cual lo guardo, por si no te vuelvo a encontrar, por
si este beso fuese el último, o al menos por ahora, o hasta cuando el destino
te dejase nuevamente volver a pasar junto a mí.
Besarte fue como sentir el aroma de un
campo de lirios en flor.
Besos inventados para sentirme vivo,
besos que te di y que te pude haber dado.
Besos en primavera de aquellas épocas,
besos de verano en la realidad de mis tiempos compartidos con amores
diferentes, besos de otoño que te di y se marchitaron, besos de invierno que
fueron fríos y dolieron.
Besos de niños, besos de grandes,
besos grandotes de niños y besos pequeñines de grandes, de compromiso y por
compromiso, de muchos y de pocos, de un ratito y de toda la vida, de tiempos
pasados y de tiempo presente.
Pero aún si te besara, sería para
sentir tu aroma y volverte a ver, si pudiera hacerlo otra vez.
Sentir como cuando nos encontramos por
primera vez, cuando te descubrí distraída, como volando en tus pensamientos sin
posar en ningún lugar, como si no existiese la tierra, como vuelan las nubes y
se van desarmando de a poquito como jugando a las figuras inventadas.
Armo y desarmo mis amores, mis
recuerdos, mí ahora y lo que vendrá.
Y te quiero devolver los besos, los
que recibí hace tanto, los que me diste hace poco y los que me das ahora.
Te beso siempre, cuando me levanto y
me voy, o cuando vuelvo, o te encuentro en el camino, o te veo pasar.
Si te pudiese atrapar en un solo
lugar, en una sola persona o en el mismo tiempo, te daría mi mejor beso, o al
menos lo intentaría…
Besos que perduren por siempre, para
recordarte y que me recuerdes…
Besos de amor, los mas anhelados;
besos de tristeza los más sufridos; besos fríos los más olvidados; besos por
ser besos para toda la vida.
Dante
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