AMOR DE NIÑOS
Niñita, te vi ansiosa y correteando
por todo el lugar.
Apenas tendrías tres años pero tus
ímpetus eran como de diez.
No parabas ni un momento, tu mamá casi
no podía seguir tus pasos.
Te caíste pero con cara de sorpresa y
alegría casi transformada en llanto te levantaste nuevamente.
Mirabas con atención todas las cosas y
con ansias de seguir recorriendo el lugar, pendiente de nuestros rostros al
verte pasar.
Pero poco te importaba, nada detenía
tu andar de marionetas.
Cerca de allí había otro niño más
pequeño que tú, que apenas balbuceaba alguna palabra, como queriendo decir todo
lo que sentía entre consonantes y vocales.
Para tu suerte de exploradora lo
vistes, como quién descubre algo que no esperaba.
Y sin dudarlo corriste presurosa a su
lado, casi rompiendo tu propio récord de velocidad
Por un instante se detuvo todo a tu
alrededor y no existía nada más para ti.
Tuve la misma impresión que tal vez tu
tuviste. No sabía ni me importaba si alguien me estaba mirando, o en que lugar
me encontraba, o cuánto había recorrido ese día, ahora sólo importaba ese
momento. Pero tú estabas allí y yo tan sólo era un espectador que anhelaba
participar de ese encuentro.
A partir de allí te adueñaste de él,
con un abrazo de gigante y una mirada más pura que un cristal, con un lenguaje
que aún no aprendí pero que bien sabían ambos.
Como quien lleva su propia vida a
cuestas te quisiste llevar ese niño, de impulsos te renovaste y tu mirada se
iluminó de alegría, de amor de niña, como en un cuento de hadas.
El trataba de corresponder tu amor con
lo que podía, un pasito y tres sonrisas, otro pasito y otro abrazo, otro más y
un beso.
Amor de niños grandísimo, más grande
que las estrellas, que puede volar más alto que las aves en el cielo azul, que
puede dejar atrás todo sin importar nada más.
Los vi tan enamorados que creí en
historias encantadas.
Pensé si en realidad estaba cuerdo o
estaba loco de pasiones.
Sentí tus mismas ganas de abrazar la
vida, de besarla y mirarla con tus mismos ojos, como a tu enamorado y él de ti.
Tal vez la vida los vuelva a unir…
quién lo puede saber…
Amor de niños, de ti y de él
solamente, de un momento y para siempre, de vidas tan pequeñas, de besos y
abrazos.
Profundo amor… más de lo que podía
esperar, más de lo que podía saber, mayor que mi corazón que anhela vivir así.
Amor de niños tan puro y fiel, ojala
despiertes mis ansias de amar y de reír, de creer y soñar, de vivir y
volar…
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