lunes, 19 de septiembre de 2022


AMOR DE NIÑOS

 

Niñita, te vi ansiosa y correteando por todo el lugar.

Apenas tendrías tres años pero tus ímpetus eran como de diez.

No parabas ni un momento, tu mamá casi no podía seguir tus pasos.

Te caíste pero con cara de sorpresa y alegría casi transformada en llanto te levantaste nuevamente.

Mirabas con atención todas las cosas y con ansias de seguir recorriendo el lugar, pendiente de nuestros rostros al verte pasar.

Pero poco te importaba, nada detenía tu andar de marionetas.

Cerca de allí había otro niño más pequeño que tú, que apenas balbuceaba alguna palabra, como queriendo decir todo lo que sentía entre consonantes y vocales.

Para tu suerte de exploradora lo vistes, como quién descubre algo que no esperaba.

Y sin dudarlo corriste presurosa a su lado, casi rompiendo tu propio récord de velocidad

Por un instante se detuvo todo a tu alrededor y no existía nada más para ti.

Tuve la misma impresión que tal vez tu tuviste. No sabía ni me importaba si alguien me estaba mirando, o en que lugar me encontraba, o cuánto había recorrido ese día, ahora sólo importaba ese momento. Pero tú estabas allí y yo tan sólo era un espectador que anhelaba participar de ese encuentro.

A partir de allí te adueñaste de él, con un abrazo de gigante y una mirada más pura que un cristal, con un lenguaje que aún no aprendí pero que bien sabían ambos.

Como quien lleva su propia vida a cuestas te quisiste llevar ese niño, de impulsos te renovaste y tu mirada se iluminó de alegría, de amor de niña, como en un cuento de hadas.

El trataba de corresponder tu amor con lo que podía, un pasito y tres sonrisas, otro pasito y otro abrazo, otro más y un beso.

Amor de niños grandísimo, más grande que las estrellas, que puede volar más alto que las aves en el cielo azul, que puede dejar atrás todo sin importar nada más.

Los vi tan enamorados que creí en historias encantadas.

Pensé si en realidad estaba cuerdo o estaba loco de pasiones.

Sentí tus mismas ganas de abrazar la vida, de besarla y mirarla con tus mismos ojos, como a tu enamorado y él de ti.

Tal vez la vida los vuelva a unir… quién lo puede saber…

Amor de niños, de ti y de él solamente, de un momento y para siempre, de vidas tan pequeñas, de besos y abrazos.

Profundo amor… más de lo que podía esperar, más de lo que podía saber, mayor que mi corazón que anhela vivir así.

Amor de niños tan puro y fiel, ojala despiertes mis ansias de amar y de reír, de creer y soñar, de vivir y volar…  

 

No hay comentarios:

Publicar un comentario