lunes, 19 de septiembre de 2022

 



COMO CUESTA

 

Como cuesta entender y entenderte.

Como cuesta aceptar y aceptarte.

Cuanto tiempo pasó desde que empecé a hacer uso de razón y comencé a hacerme preguntas.

Preguntas que han sido tan interminables y tan lejanas como las estrellas.

Destellos de luz muchas veces han enceguecido mi mente que te busca en verdad, sin falsedades, ni orgullos.

He recorrido mil caminos, mil filosofías, mil historias pasadas y serán mil por venir y sin embargo apenas te veo.

Te veo cuando puedo sentirte, cuando puedo hacer algo por alguien, o por mí mismo.

Te hablo a ti querida alma.

Alma mía que te has ido formando de amores y de sentimientos, que trato cada día de hacerte más parte de mí.

Pero cuanto y como cuesta, porque mil nubes tratan de cubrirte, tan sólo como chispitas de ilusiones, recuerdos, anhelos y  amores, encienden un fuego que corre por mis venas como un inmenso torrente que no tiene fin.

Te quiero atesorar con mil broches de oro para prenderte en mi corazón, te quiero dejar en libertad como el cielo azul y no encerrarte en celdas que irremediablemente no te dejarán ser lo que eres.

¿Quién puede describirte?, ¿quién puede decir quién eres?

Pero estás allí y si te dejo volar, en un instante puedes recorrer mil lugares, los más bellos e increíbles, sin importarte el tiempo, ni el lugar, allí vas y me traes lo mejor.

Cuantas veces escuché que mis ojos son tus ventanas.

Pero no siempre han estado abiertas, no siempre con transparencia y decoradas con cortinas de croché.

No siempre mi mirada ha sido como un torrente, porque tú eres así, calmas mis ansiedades y mis locuras de querer lo que no se puede querer, de sentir lo que me enseñaste y de mirar con agradecimiento.

Te siento y escucho como mil violines, siempre con afinación exquisita.

Tan sólo si pudiera acompañarte nada más.

Y tengo que aprender a observar mucho más, pues si miro a mí alrededor me doy cuenta de cuantos caminan como sin saber que estás allí, en cada uno de nosotros.

Si me acerco a las cosas que amas seguramente aprenderé más de ti.

Cuando miro a la naturaleza allí me haces sentir tu presencia y me explicas muchas cosas que ni mil libros encierran en sus textos.

Cuando miro a los pequeñines te pones enseguida a conversar con ellos como si se conociesen desde siempre.

Cuando amas, amas de verdad y podrán pasar mil tormentas que quieran arrebatar tus alas pero no podrán.

También te han querido engañar con falsas promesas, con mil creencias, con intereses engañosos, pero has salido airosa, porque algo me has enseñado.

Cada día quiero que me encuentres y no me dejes sólo, sino sería tan sólo como un vaso sin contenido que no calma la sed.

Te nombro y te quiero.

Eres la poesía de mi corazón y la razón de mis sinrazones, mis fantasías de colores, mis vuelos lejanos y mis campos de algodón.

Todo cuanto pueda decirte es poco para tratar de describirte, pero te siento como siento el viento que mueve las flores, los árboles y el mar.

Y tu lluvia es mansa que va mojando mi corazón de a poquito, reverdeces todo en mí, como lo haces en los campos amarillentos luego de la sequía.

Y me quedo suspendido en emociones, me siento feliz, me siento respirar acompasándote y ya no importa nada más.

Gracias te doy por otro día más en que me has hablado, pero no con palabras huecas, sino con sentimientos profundos.

Alma mía te estoy esperando siempre…


Dante

 

No hay comentarios:

Publicar un comentario